domingo, agosto 21, 2005

Otro ronin que se despide.


Rosoku está muerto y, encima, después de haber sido incinerado su cuerpo, los Ninube han robado las cenizas.

Creo que, definitivamente, es el fin. Lo que nos queda a los ronin va a ser tan breve como la existencia de esta página, porque, a este paso, sólo me va a quedar colgar las esquelas de los hijos de Toku.

O aparece algo impresionante tipo Junjin (la verdad es que con unos cuantos como él nuestros mazos tendrían más que un sentido hipotético) o me veo dejando el juego definitivamente.

Somos pocos jugadores los que quedamos (en España se cuenta con los dedos de una mano) y cada vez está más expandido este sentimiento de derrota, de abandono, de despedida.

Esperemos al spoiler de Loto y veamos qué pasa definitivamente.

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